«Evento que se realiza con motivo de la entrada de la primavera en un marco prehispánico.»
Todo el día se disfrutan rituales, danzas de concheros Prehispánicos y cantos, mientras miles de visitantes acuden para cargarse de energía.
En torno a este lugar, se instalan los paradores gastronómicos y de venta de artesanía local, muy apreciada por los visitantes nacionales y extranjeros.
El 21 de marzo la energía, dicen, es mayor por ser equinoccial. Además de los rituales prehispánicos miles de personas vestidas de blanco asisten a contemplar una enorme roca que despliega dignamente todos los bríos que el cielo le presta.
La zona arqueológica El Cerrito y la Peña de Bernal son lugares ideales para recibir los renovados rayos de un sol que por única vez en el año nos regala un día perfecto –exactamente 12 horas de luz–.